La ansiedad puede ser un problema que nos haga la vida muy complicada. Existen ciertas creencias y formas de actuar que limitan nuestro bienestar. En este artículo, te explicaré cómo ciertas creencias y actitudes están limitando tu avance hacia el control de la ansiedad en Palma de Mallorca.
1. Creer que eventos del pasados, continúan hoy
Es común que te preocupes por errores o decisiones que tomaste en el pasado. Tal vez sientas que no puedes dejar de pensar en algo que hiciste mal o en una situación que no salió como esperabas. Esto puede vivirse como un castigo constante que no superas.
Sin embargo, recuerda que el pasado ya no existe. Lo que ocurrió, ocurrió. Aferrarse a esos recuerdos solo prolonga un malestar innecesario. Además, muchas de las circunstancias que rodearon esos eventos ya han cambiado. Tú no eres la misma persona que fuiste en aquel momento, y las condiciones de tu vida también han evolucionado.
En lugar de revivir el pasado, pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esa experiencia? Reflexionar para crecer es útil, pero castigarte una y otra vez no lo es. Dale al presente la oportunidad de ser tu prioridad, porque es el único lugar donde puedes actuar y construir un futuro mejor.
2. Preocuparte sobre el futuro
A menudo, nuestra mente se llena de escenas imaginarias sobre lo que podría pasar, mezclando fantasías negativas con pequeñas dosis de realidad. Esto nos lleva a vivir esas imágenes como si fueran parte de nuestro presente. Pensamos que esas preocupaciones se convertirán en realidad, aunque solo existan en nuestra imaginación.
El problema es que estas preocupaciones por cosas que aún no han ocurrido nos roban el momento presente, que es el único lugar donde realmente podemos actuar y tomar decisiones para influir en nuestro futuro. En lugar de preocuparte por él «¿y si?», pregúntate: ¿Qué puedo hacer ahora para acercarme a lo que quiero que pase?
La clave está en recordar que preocuparnos no cambia el futuro, pero sí nos aleja de disfrutar y aprovechar nuestra vida.
3. Creer que la preocupación cambia las cosas
¿El preocuparte realmente cambia las cosas? Muchas veces creemos que preocuparnos nos ayudará a resolver los problemas que nos aquejan. Sin embargo, ¿te has dado cuenta de que preocuparte no los soluciona?
La preocupación constante es una trampa mental que nos mantiene atrapados en el miedo y la incertidumbre. En lugar de buscar soluciones, nos desgastamos dando vueltas al problema sin avanzar. Para cambiar esta situación en vez de quedarte atrapado pensando en el problema, pregúntate: «¿Qué puedo hacer ahora para solucionarlo?».
Pasa de las ideas a la acción. Da un paso, por pequeño que sea, hacia una solución. Esto no solo alivia la ansiedad, sino que también te ayuda a recuperar el control.
Y si el problema está fuera de tu alcance, trabaja en aceptar esa realidad. Dirige tu energía hacia lo que sí puedes cambiar.
4. Si no controlo todo, algo malo pasará
El deseo de control hace que la ansiedad se perpetúe en el tiempo. Aprender a aceptar la incertidumbre y soltar lo incontrolable es clave para recuperar la calma. Aceptar que no todo está bajo nuestro control no significa resignación, sino que es un acto de confianza en nuestras propias capacidades para manejar lo inesperado.
Esta creencia es común en personas con ansiedad y refleja el miedo a que algo fuera de nuestro control acabe muy mal. Sin embargo, tratar de controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor es agotador y genera mucha ansiedad.
El deseo de control puede convertirse en un círculo vicioso: cuanto más intentamos de controlar, más conscientes somos de lo incontrolable que es la vida, lo que nos genera aún más preocupación y estrés.
La clave para recuperar la calma está en aprender a aceptar la incertidumbre y soltar aquello que no podemos controlar. Esto no significa rendirse o ser indiferente, sino confiar en nuestras capacidades para enfrentar lo inesperado.
Aceptar que no todo depende de nosotros nos libera de una carga innecesaria y nos permite enfocarnos en lo que realmente está bajo nuestro control: nuestras decisiones, acciones y la forma en que respondemos a las situaciones. Al enfrentar la vida de esta forma, reducimos la ansiedad, permitiéndonos vivir la vida con una mayor calidad de vida.
5. Creer que evitar los problemas es una solución para controlar la ansiedad
Cuando evitamos situaciones que nos generan ansiedad, es normal sentir un alivio inmediato. Sin embargo, esta estrategia tiene un efecto negativo a largo plazo: refuerza nuestros miedos y hace que la ansiedad vuelva con más fuerza la próxima vez.
Enfrentar poco a poco aquello que te causa ansiedad, en un ambiente controlado, es clave para romper este ciclo. Aunque no es fácil, es el camino que te ayudará a ganar confianza y a reducir el poder de la ansiedad sobre nuestra vida.
6. Creer que el alcohol alivia la ansiedad
Esta creencia es peligrosa y puede tener graves consecuencias. Aunque el alcohol puede proporcionar un alivio temporal, a largo plazo puede empeorar los síntomas de ansiedad y generar problemas relacionados con el alcohol.
7. No necesito ayuda, puedo solucionarlo solo/a
Aunque muchas veces la autoayuda es útil, en ocasiones la ansiedad requiere el apoyo de un profesional que nos guíe y oriente. Psicólogos especializados en ansiedad podemos ofrecerte técnicas personalizadas a tu caso para ayudarte a superar este problema.
8. Creer que la ansiedad desaparecerá sola con el tiempo
Muchas personas creen que la ansiedad se resolverá por sí misma sin necesidad de una intervención especializada. Sin embargo, si no se trata adecuadamente, la ansiedad puede cronificarse y empeorar con el tiempo.
Controlar la ansiedad comienza por desafiar las creencias que te limitan. Reconocerlas y reemplazarlas con pensamientos más realistas puede abrirte el camino hacia una mejor calidad de vida. Si buscas ayuda de un psicólogo experto en ansiedad en Palma de Mallorca, no dudes en contactarme, podremos hablar como puedo acompañarte en este importante proceso de tu vida.